
Los compañeros de clase paran a menudo a Alma Gallegos en los bulliciosos pasillos de la secundaria Theodore Roosevelt, en el sureste de Fresno. Le preguntan a la estudiante de 17 años sobre pruebas para covid-19, la seguridad de las vacunas, y el valor de las inyecciones de refuerzo.
Alma se ganó su reputación como fuente de información fiable gracias a sus prácticas como trabajadora comunitaria de salud.
Fue una de los 35 estudiantes del condado de Fresno a los que se formó recientemente para explicar cómo las vacunas de covid ayudan a prevenir enfermedades graves, hospitalizaciones y muertes, y para animar a familiares, compañeros y miembros de la comunidad a estar al día con sus vacunas, incluidas las de refuerzo.
Cuando Alma terminó sus prácticas en octubre, ella y siete compañeros de equipo evaluaron su trabajo en un proyecto final. Los estudiantes estaban orgullosos de poder llevar a cabo este trabajo de divulgación sobre las vacunas.
Alma convenció a su familia para que se vacunara. Dijo que sus familiares, que habían recibido información sobre covid a través de las noticias en español, no creían en los riesgos hasta que murió un amigo cercano de la familia.
“Te dan ganas de saber más”, dijo Alma. “Ahora toda mi familia está vacunada, pero aprendimos por las malas”.
Organizaciones comunitarias de salud en California y en todo el país forman a adolescentes, muchos de ellos latinos, para que actúen como educadores de la salud en la escuela, en las redes sociales y en las comunidades donde persiste el miedo a la vacuna contra covid.
Según una encuesta de 2021 encargada por Voto Latino y realizada por Change Research, el 51% de los latinos no vacunados dijeron que no confiaban en la seguridad de las vacunas. La cifra se dispara hasta el 67% en el caso de aquellos cuyo idioma principal en casa es el español. Las razones más comunes para rechazar la vacuna incluyen no confiar en su eficacia y no confiar en los fabricantes de la vacuna.
Y las dudas sobre las vacunas no solo prevalecen entre los no vacunados. Aunque casi el 88% de hispanos y latinos han recibido al menos una dosis de la vacuna contra covid, pocos afirman estar al día en sus vacunas, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC).
Los CDC estiman que menos del 13% de los latinos han recibido un refuerzo bivalente, una vacuna actualizada que los funcionarios de salud pública recomiendan para proteger contra las nuevas variantes del virus.
Proveedores y activistas de salud creen que los jóvenes, como Alma, están bien posicionados para ayudar a aumentar esas cifras de vacunación, especialmente cuando ayudan a navegar por el sistema sanitario a sus familiares hispanohablantes.
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